Vacaciones solidarias por 35 millones

Acaba de volver a la Tierra el séptimo turista espacial. Guy Laliberté, creador del ‘Circo del Sol’, pagó 35 millones de dólares por el billete. Además de pasar unos días en la Estación Espacial Internacional, Laliberté quiso promocionar las acciones de su fundación, ‘One Drop’, que trata de concienciar sobre la necesidad de preservar el agua de la Tierra.

Desde el espacio montó uno de esos conciertos benéficos que lo cambian todo y en el que, por supuesto, no faltó Bono, que es «bonísimo«. Laliberté y Bono serían, junto a Brangelina y otros, lo que Zizek llama «comunistas liberales» (millonarios entregados a la beneficencia y que, con sus mejores intenciones, perpetúan el orden dominante).

Cuando hasta la CNMV propone ‘democratizar’ (censitariamente) los salarios de los ejecutivos de empresas privadas, ¿por qué no cuestionarse la idoneidad de gastarse 35 millones de euros en unas vacaciones espaciales, que, para colmo, van de solidarias? ¿Así es como los ricos pueden cambiar el mundo?

Al regresar,

«la misión recibió en la órbita dos transbordadores de la NASA y dos naves rusas Progress, que después despidió cargadas con desechos para hundirlas en el Pacífico.»

El Pacífico está lleno de agua, como se puede apreciar aquí, aquí o aquí.