Nosotros somos los piratas

Lo denunció en su día el Proyecto Censored y ahora empezamos a enterarnos aquí. Los piratas somalíes no siempre fueron piratas y los barcos españoles no dejan de ser empresas privadas con muy poquita legitimidad moral para retratarse como víctimas en uno de estos conflictos repentinos, espontáneos, que irrumpen en nuestros medios de vez en cuando, así, presentados sin antecedentes.

Piratas malos y marineros buenos. Pero resulta que este conflicto sí tiene antecedentes y nuestro barcos, entonces sin presencia del Ejército, claro, parecen haber participado, cómo no, en el pillaje y la intoxicación de aquellas aguas.

«Los aproximadamente cien Ministros de Medioambiente que del 21 al 25 de febrero de 2005 participaron en Nairobi en el Foro Mundial para el Medioambiente del UNEP tuvieron que oír el 22 de febrero de 2005 una información preocupante de la boca de su presidente, Klaus Töpfer: El tsunami no sólo había dejado en las costas de Somalia desechos normales sino también nucleares. Muchas personas de las zonas afectadas por el tsunami padecen problemas extraordinarios de salud. Según el informa de UNEP, se trata de infecciones agudas de las vías respiratorias, hemorragias intestinales, reacciones «químicas» atípicas de la piel y muertes repentinas.» [+]

Ahora, sin mar y sin tierra, los piratas nos duelen y la solución es, para Rajoy, un Ejército «como Dios manda«.