Willy Toledo ha perdido el juicio

Dice El Mundo que «los policías creen que Willy Toledo ha perdido el juicio» después de que este haya denunciado que en España se vulneran los Derechos Humanos.

[En realidad, como suele ocurrir, el redactor hace de la metonimia un sayo y cuando habla de «los policías» se refiere a los sindicatos policiales. La práctica de la metonimia, por común en periodismo, no deja de ser temeraria: que en España habrá policías que crean una cosa y otros que crean otra, se supone.]

Uno de los policías citados por El Mundo cree que Willy Toledo «ha perdido el juicio». Y tiene razón. A falta de los recursos pertinentes, Willy Toledo ha sido juzgado y condenado. Como lo fueron García Albert o Egunkaria. En esta ocasión, ni siquiera han hecho falta jueces porque ningún sindicato ha denunciado al actor. Aún.

Lean esta barbaridad:

«En España la tortura y los malos tratos de personas detenidas a manos de agentes encargados de hacer cumplir la ley es una práctica extendida y persistente»

La frase, tan chalada, es de los que tenían apadrinado a Orlando Zapata. Si tienen estómago, lean aquel informe que escuece desde el título. Sal en la herida.

Temo que pecaba de optimista Elvira Lindo al celebrar nuestra democracia como «ese raro sistema que permite a los individuos expresar opiniones en contra del sistema». Yo también reivindico la democracia. Sospecho que lo de acá no lo es o cada vez se le parece menos, pero la democracia, allá donde esté, debe de ser deslumbrante.

¿Por qué no lo es o no me lo parece? Porque la acertada definición de Elvira Lindo a mí se me queda corta. «Ese raro sistema que permite a los individuos expresar opiniones en contra del sistema» debería, además, garantizar que puedan hacerlo sin temor a las represalias. Al fin y al cabo, en cualquier sistema político puedes expresarte libremente; lo que ocurra después marca la diferencia. Si eres encarcelado, mal. Si eres acosado, linchado, vilipendiado, injuriado o apedreado, también mal. ¿O no?