¡Viva (el paro en) Las vegas!
Publicado: enero 25, 2012 Archivado en: Economía, Información Deja un comentarioEsperanza Aguirre cree haber encontrado un remedio para poner a trabajar a la mitad de los parados madrileños. Se trataría de construir un gran complejo de casinos y hoteles en las afueras de Madrid, una réplica de Las Vegas.
El promotor del negocio viene con algunas condiciones por delante:
Las exigencias del grupo Las Vegas Sands son varias: reubicar el vertedero de Valdemingómez, obtener gratis 5,8 millones de metros cuadrados, eximirles del pago de numerosos impuestos, permitirles aplicar un régimen laboral especial, poner en marcha la libertad total de horarios (que ya se ha aprobado), permitir fumar en el interior de los casinos, así como la entrada de menores, además de la construcción de estación de Metro y AVE. También reclama que los premios ganados tributen en el país de residencia del jugador, una bonificación del 95% del impuesto sobre transmisiones patrimoniales y diez años de exención del impuesto sobre bienes inmuebles.
Ya se, ya se. Algunos sentirán la tentación de invitar Mr. Marshall a que se vaya con sus millones por donde ha venido. Por suerte, la presidenta de la Comunidad tiene sentido de la responsabilidad y «no cederá a todas las exigencias». Solo pide algunos fueros: convertir un trozo de Madrid en un híbrido entre paraíso fiscal, limbo legal y guantánamo laboral. Eso sí, lo hará sin vulnerar ni uno solo de sus «principios y valores», que son los mismos que trae Sheldon Adison.
Según ella, el macrocasino creará 200.000 empleos, la mitad de los que necesitan los parados madrileños, así, de un plumazo, a lo grande, como se hacen las cosas en Las Vegas.
La mala noticia es que Las Vegas tiene la mayor tasa de paro entre las grandes ciudades de EEUU: un 12,5 por ciento —en Madrid, a la espera de la EPA de mañana, es del 17%—. De las 372 áreas metropolitanas contabilizadas por el departamento estadounidense de Trabajo, Las Vegas ocupa el puesto 355º por su tasa de desempleo. Efectos de su propia burbuja inmobiliaria.
Quizá sea bueno que lo que pasa en Las Vegas se siga quedando en Las Vegas.