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Ayer notábamos que los votantes del PP inflan la cuestión migratoria como una de las principales ‘preocupaciones’ de los españoles.

Hoy, después de exigir que la crisis del neoliberalismo no liquide el neoliberalismo (ante la cumbre de Washington, que no va a cambiar gran cosa, pero sí puede añadir algo de maquillaje regulatorio a los mercados especulativos), el PP aprovecha el incipiente tirón xenofobillo para lanzar el anzuelo en el río revuelto. A ver si lo del populismo cuela ahora.

¿Que estamos en crisis? Pues señala al extranjero (sin decirlo, claro, por ahora), antes de que nos salve un negro guapo de Harvard amigo de Zapatero. Esto de apuntar al diferente en tiempos de crisis ha funcionado terriblemente bien (hace justo 70 años, por ejemplo).

Lo peor es que la izquierda será capaz de entrar al trapo, pensar en el elefante, y responder con un estúpido: «Los inmigrantes no tienen la culpa de la crisis»*.

*Esta frase llegará así a cuaqluier cerebro despistado: «Bla… inmigrantes… bla… culpa… bla… crisis«.